
«Los textos son hechos individuales, pero no absolutamente singulares. Presentan una dimensión universal: unas propiedades comunes a todos; entre otras, están dados por escrito o de palabra, los emite un hablante, hay un oyente o destinatario, se construyen mediante, al menos, una lengua y se dicen en una circunstancia dada que les asigna sentido definitivo. A la vez, poseen características propias de un género; es decir, encierran una dimensión tradicional que hace que unos textos se parezcan a otros. Y, finalmente, poseen propiedades individuales: aquéllas que hacen que un texto sea ése y no otro. Así, las liras de Fray Luis de León, por ejemplo, son textos, son liras (responden a esa tradición textual: en lo esencial, textos poéticos formados a partir de estrofas de cinco versos; el primer, el tercero y el cuarto, heptasílabos, y endecasílabos los otros dos), y son esas liras y no otras» (Loureda Lamas, 2003: 30).

Así comienza el investigador Óscar Loureda Lamas su explicación sobre los tipos de textos. Por lo tanto, el «texto» como objeto de estudio tiene diferentes dimensiones y propiedades que hacen que se asemeje a otros y otras que consiguen hacerlos únicos. Ahora bien, la clasificación de los textos es algo que Aristóteles ya advertía hace más de dos milenios. Para el sabio griego, sobre el acto de habla escribió: «el discurso consta de tres componentes: el que habla, aquello de lo que se habla y aquél a quien habla» (Loureda Lamas, 2003: 55). La Retórica distingue tres géneros, a saber:
- Discurso demostrativo: no exige auditorio y en él se realiza una alabanza o una crítica.
- Discurso judicial: lo pronuncia un juez sobre hechos del pasado y tiene como fin defender o acusar.
- Discurso deliberativo: la asamblea ha de discutir un tema que será deliberado en el futuro y se ha de decidir entre lo útil y lo perjudicial.

Pero dejemos lo que se dijo hace tanto tiempo. La tipología textual contemporánea ha sido explicada por diferentes teóricos, los cuales atendían a distintos parámetros para definir y clasificar los textos. Las clasificaciones más aceptadas por el mundo académico son las que realizaron Sandig, Werlich, Grosse y Adam.
Sandig (1972) proponía una lista de rasgos pragmáticos y verbales, una propuesta binaria porque según Sandig cada texto lleva una carga positiva y negativa de cada propiedad. El investigador propuso dieciocho propiedades.
Por otro lado, la teoría de Werlich (1976) tuvo mayor aceptación. Para Werlich los textos dependían de dos factores: el contexto extralingüístico y las estructuras oracionales. Es una teoría cognitiva. Para Werlich hay cinco tipos de textos:
- Texto narrativo: texto en el que se cuenta cómo algo o alguien actúa en el espacio, el tiempo o en ambos de manera simultánea.
- Texto descriptivo: texto que indica cómo es algo o alguien.
- Texto expositivo: texto que dice algo de un tema.
- Texto argumentativo: texto en el que se quiere demostrar algo a partir de ideas y conceptos.
- Texto instructivo: texto que indica cómo hacer algo paso a paso (Loureada Lamas, 2003: 62-63).
Grosse (1976) pone el foco en la intención que tiene el hablante cuando se expresa. Habla de siete funciones fundamentales y de la posibilidad de que dos o más puedan combinarse.
- Normativa: leyes, estatutos, etc.
- De contacto: saludos, pésames o felicitaciones.
- de indicación de grupo: textos que indican pertenencia a un colectivo como los himnos religiosos, las canciones, los lemas, etc.
- Poética: todos lo de carácter literario.
- De automanifestación: diarios personales, biografías, autobiografías o memorias.
- Exhortativa: petición, pregunta, solicitud o anuncio de propaganda política.
- De transferencia de información: noticias, partes meteorológicos, etc. (Loureada Lamas, 2003: 64).
Reseñable también es la clasificación de Adam (1992), quien retoma los cinco tipos de textos de Werlich y añade tres más a la lista, aunque, en su caso, a diferencia de Werlich su enfoque es funcional o de sentido en vez de ser de carácter cognitivo. Los tres tipos que incluye Adam son:
- Texto conversacional: texto con la función de prometer, amenazar, agradecer, etc.
- Texto predictivo: texto que informa de lo que sucederá en el futuro.
- Texto retórico: texto con finalidad lúdica a partir de malabares lingüísticos (Loureada Lamas, 2003: 65-66).

Ejemplos de temática y ejecución